Si hay algo que hay que reconocer a los franceses y que, sin duda voy a extrañar el día que deje este país, es el pan. Ya sé que con esto no estoy diciendo nada nuevo, es sabido que Francia en los panes y en el queso no tiene competencia.
Pero leerlo, "saberlo", que te lo cuenten, no tiene nada que ver con vivirlo. Varias veces me encuentro preguntándome cómo voy a hacer cuando no tenga mi panadería a la vuelta de la esquina que vende un pan buenísimo. Igual ojo, que dentro de todas las boulangeries (panaderías) que hay (una cada dos cuadras en París más o menos), hay que investigar un poco y ver cuál está realmente buena. Porque cuando uno se mal (¿o bien?) acostumbra al buen pan, se vuelve cada vez más exquisito.
No sé qué cambio en Buenos Aires, pero yo tengo el recuerdo de chica que alguna de las panaderías del barrio tenían un pan que estaba bueno (los pebetes... ¿se consiguen todavía?) y unas facturas que eran muy ricas (igual, las facturas, las medialunas, los croissantes y las viennoiseries son tema completo para otro post).
¿Cuándo nos pasamos a los hornos eléctricos y panes con duración de tres horas antes de pasar a estado gomoso/chicle?
Una de las cosas que descubrí acerca del pan, es el pan "au levain" o pan de levadura natural. Esta levadura se consigue a través de la fermentación natural de la harina en contacto con el aire y el agua. El pan con levadura natural tiene un sabor que la levadura comercial no le puede dar (¿alguien tiene el recuerdo del pan de campo, con ese gusto un poco agrio al final?)
Además esta levadura, modifica todas las características del pan: miga, corteza, duración, la preservación de la humedad y, algo interesante, hace un pan mucho más fácil de digerir. En Francia diferencian la "baguette tradicional" de la "baguette normal" ya que la primera es "au levain".
Para todo el que quiera probar, acá un link que explica bien cómo hacer una masa madre: Cómo hacer masa madre
Además de esta particularidad, ir a la panadería en Francia es, para el que le gusta el pan, lo que una juguetería es para un chico. La variedad de panes es eterna y cada uno es más tentador que el de al lado: Pan de cereales, pan integral, pan de espelta, pan de centeno, pan de campo, baguette, baguette tradicional, pan de nueces, pan Polka, pan Poilâne, pan batard, etc. Cada uno difiere según la harina o cereales con que estén hechos, su levadura, su cocción o alguna otra característica. Pero la baguette sigue siendo la preferida de los franceses, se consumen 10.000 millones por año.
En Buenos Aires sé que en L'épi ó Le blé venden este tipo de panes, al que sepa de alguna otra buena, compartan la info en los comentarios de este post!
Si esta, o otra buena panadería no está cerca de tu casa como para ir cada día, una buena salida es la de congelar un buen pan ya cortado. Yo no como pan a cada comida, me encantaría pero mi metabolismo no me acompaña, pero siempre tengo buen pan para tostadas. Cuando compro pan, lo corto y lo pongo en bolsas de congelar y directo al freezer. Después voy sacando las rodajas que quiero y las meto directo en la tostadora, queda mil veces mejor que cualquier pan lactal, y mucho más sano (¿por qué creen que el pan lactal dura tanto?).
Para los más osados que quieren vivir la increíble experiencia de amasar pan (y muy terapéutico) en casa, les recomiendo un libro muy lindo: "Hecho a mano" de Dan Lepard, acá pueden bajarse la introducción.
Receta fácil de pan
Ingredientes para un pan grande de 900grs
- 700 gr. harina de fuerza (con harina integral también está muy bueno)
- 430 gr. de agua tibia
- 20 gr. de levadura de panadero fresca
- 10 gr. de sal
Preparación
Colocamos la harina en un bol grande y hacemos un hueco en el centro.
Deshacemos la levadura en un cuenco con cuatro cucharadas de agua templada.
Vertemos esta preparación, junto con el resto del agua tibia y la sal, en el hueco de la harina.
Mezclamos a mano poco a poco la masa, hasta que ésta se separe de las paredes del bol y presente una apariencia homogénea y firme.
Volcamos la masa sobre la encimera de nuestra cocina, previamente espolvoreada con un poco de harina, y amasamos la masa durante 10 minutos, añadiendo el mínimo posible de harina en este proceso.
Preparamos una bola y la volvemos a guardar en el bol. Lo cubrimos con un paño húmedo y dejamos que doble su tamaño.
El tiempo dependerá de la temperatura, tanto de la masa como de la estancia donde se encuentre, más o menos una o dos horas.
Si no dejamos que leve bien la masa tendremos como resultado un pan pesado y si nos excedemos en el tiempo la masa se nos desparramará por el interior del horno. Si te ocurre esto último puedes “recuperar” la masa amasándola un par de minutos andes de modelar el pan y déjala levar de nuevo.
Modelamos la masa, bien en forma de pan o bien en forma de barra, y la colocamos en la bandeja del horno, previamente enharinada.
La practicamos unos pequeños cortes en la parte superior y la introducimos al horno 40 minutos a 190º. Ya tenemos lista la receta fácil de pan.
Como cada tipo de harina es diferente, es casi imposible calcular la cantidad exacta de agua (o harina).
Si ves que tu masa parece húmeda o pegajosa y no mantiene una buena consistencia, tendrás que agregar más harina, tomando como medida una cuchara, cucharada a cucharada.
Por el contrario, si ves que parece dura o seca y te es difícil trabajar añade agua, con esa misma cuchara, cucharada a cucharada.
En mi caso la harina que uso es integral porque me gusta más y la masa una vez levada podés dividirla en dos. Con una podés elaborar un pan “normal” y con la otra, después de pintarla con yema de huevo batido, podés colocar unas pipas de girasol peladas.
Es realmente una receta fácil de pan, solo hay que animarse a cocinarla en casa.
¡BUEN PAN!
No puedo estar más de acuerdo con vos respecto de la calidad del pan en Francia. Y eso que no viví allá como para adoptarlo como costumbre. Pero de algo que uno creería "sencillo" los franceses se encargan de elevarlo de forma tal que resulta inexplicable el fanatismo que genera.
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