Sunday, November 4, 2012

Crocante de almendras... esas recetas que no se pueden dejar pasar





 Desde hace unos años, me di cuenta que siempre hay que estar atento a ese plato, postre, dip, chutney o lo que sea que "alguien" hizo casero, es riquísimo y no hay que olvidarse de pedir la receta. 
Desde que me mudé a Europa todo el tiempo estoy alerta de conseguir la receta, o al menos algún dato, de todo lo rico que pruebo. Y es una constante. A diferencia con Argentina, en Francia y España (los dos países que más frecuento viviendo en Europa) la gente cocina mucho casero. Así que siempre alguien te sorprende con una novedad, un buen dato, un secreto, una receta de una abuela o de una amiga y siempre la comparten. 

Este rasgo de ir "de preguntona" podría hacerme pasar un poco por loca pero no... acá gran parte de la gente se interesa "en lo que come", en la gastronomía en general, así que hay muchos/as como yo que siempre tratan de sacar toda la información posible para intentar reproducir eso que están probando y tanto les está gustando.

Y no me corto un pelo (gran frase española!)... en cualquier lado, trato de conseguir mi info. Antes del verano, invitada por mi amiga Coco, empezamos a frecuentar unas cenas de "mujeres excepcionales" en nada más y nada menos que en la casa-museo Louis Vuitton en las afueras de París. Llegamos y al entrar por el jardín de adelante lleno de hortensias que explotaban de color, en una glorieta estaban sentadas en círculo el grupo de invitadas del evento mientras dos mozos pasaban sirviendo champagne... ya pintaba bien ;-)
Después de charlar un rato pasamos al interior de la casa donde había un buffet increíble. Y de la mesa de postres, un crumble un poco ácido llamó mi atención y hablando con unos de los mozos, muy simpático, me empezó a revelar los ingredientes secretos y de donde finalmente salió la receta del post de crumble de ruibarbo y frutilla.

El origen de la receta de hoy también viene con historia, de alguien que me lo hizo probar, Monique de Aubigny sur-nere. Pero sobretodo viene de mi alma de dagor que no pudo olvidarse de la delicia que había probado. El año pasado visitamos con M a esta amiga en su casa en la región central de Francia, y después de una super comida al aire libre y por más de estar muy llenos, trajeron estos "sablés d'amandes" (o crocantes de almendras) para acompañar el café y el gusto quedó grabado en mi memoria... ¡no podía ser tan rico!
Insistí varias veces diciendo que estaba muy bueno y después se lo comenté a M reiteradas veces pero el parecía no darme mucha bola... después entendimos que seguramente no los probó. Así que ese día me fui sin la receta.
Hace unas semanas, volvimos de visita a la casa de Monique, y esta vez sí, la dagor no podía evitar tener presente eso que había probado un año antes :-S... en cuanto pude pregunté por los famosos sablés d'amandes y claro, ¡me fui con la receta en la mano!

Hace una semana vinieron unos amigos a cenar a casa, eramos seis, gran cena: de picada terrine caseramelanzane alla parmegiana de entrada, colita de cuadril argentina con puré y ensalada criolla de plato principal y panacotta de postre.
Enumero todo para que se den una idea de lo copiosa que era la comida. Evidentemente lo que menos había después de todo esto era hambre. 
Pero al momento del café, los acompañamos con los sablés d'amandes y devoramos la fuente entera. Nadie pudo pararse un segundo de lo buenos que estaban, a nadie le importó todo lo lleno que estábamos. 

Son increíblemente ricos, lo justo entre crocante, caramelizado, masa perfecta, cortado en cuadraditos chicos cosa que siempre te quedás con ganas de más. 

Si están a dieta o quieren cuidarse, les aconsejo que ni los prueben... ¡comer uno es inciar el vicio!


Crocante de almendras

Ingredientes (para una fuente rectangular grande)

Para la masa
  • 350g de harina
  • 100g de azúcar
  • 125g de manteca 
  • 1 huevo
  • 1 cucharada de sopa de leche (o un poquito más según se necesite para unir la masa)
 Para el relleno
  • 125g de manteca
  • 125g de azúcar
  • 125g de almendras fileteadas (se encuentran con las cosas para tortas o en casas donde venda almendras y cacao suelto)
  • 2c de sopa de miel 
PreparaciónPrecalentar el horno a 175º.
Para la masa: mezclar la harina con el azúcar y agregar a la manteca mezclando con la mano hasta que queda consistencia de "queso rallado". Agregar el huevo y la cucharada de leche, mezclar bien, agregar un poquito más de leche si fuese necesario para unir mejor la masa. 
Estirar la masa sobre un papel sulfurizado del tamaño de la asadera rectangular que va a ir al horno. Poner sobre la asadera y seguir estirando la masa con los dedos hasta que cubra bien toda la superficie. Pinchar toda la masa con un tenedor y poner al horno durante 7/8 minutos (es para precocer la masa, puede empezar a tener un poco de color pero no estar totalmente hecha).
Mientras preparar el relleno. Calentar en una cacerolita la manteca, el azúcar, la miel y las almendras fileteadas. Dejar cocer este almíbar durante más o menos 5 minutos (toda la manteca tiene que estar derretida, todo bien integrado y tiene que quedar como una especie de melaza). Cubrir la masa precocida con la mezcla distribuyendo parejo por toda la asadera. 
Poner al horno 15 minutos más. Sacar del horno y dejar enfriar, se va a ir endureciendo. Cortar en cuadraditos y servir (atenganse a las consecuencias). 





Además les dejo algunas fotos de la casa-museo de Louis Vuitton sacadas por Coco y publicadas en su blog